¿Cuántos días dedicarle a un viaje a Islandia?
En este último post escribí un poco sobre este país fascinante y nuestros días allí entre el sol de medianoche, volcanes y agua caliente que salía de la tierra, cascadas gigantescas y glaciares que se extendían durante kilómetros. En nuestro viaje a Islandia dedicamos un total de 7 días a este país, siendo al final 6 días completos si tenemos en cuenta el tiempo que dedicamos al transporte.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que con 7 días no se puede recorrer la isla entera, pues para eso yo diría que son necesarios un mínimo de 12 días yendo muy a tope o unos 15 si se quiere disfrutar un poco más de cada lugar, eso como mínimo. Islandia es un país que se presta a un turismo bastante libre, pues por ejemplo uno puede confiar en acampar o, como hace mucha gente y que tiene que ser toda una experiencia, ir en furgoneta y no depender de alojamientos. Hay distintas maneras de aprovechar el tiempo pero yo diría que con la kilometrada que hay que tragar en un viaje a Islandia intentar recorrerla entera en menos de 12-13 días es una auténtica paliza. De todas formas, ¡afortunados los que tengan días de sobra para tomárselo con calma! Porque este país atrapa.
Excursiones en un viaje a Islandia
Este es un factor importante a la hora de calcular los días de tu ruta, ya que en Islandia existen numerosas excursiones con las que puedes entretenerte. Como ejemplo, nosotros dedicamos gran parte de nuestro último día en la isla a realizar una excursión en barco para avistar ballenas. Así que prácticamente la mitad de ese día se nos fue en ello.
En Islandia hay un montón de actividades que dependen del tiempo pero sobre todo del presupuesto: buceo en zonas impresionantes, observación de auroras boreales (en época), caminar por encima de un glaciar, recorrer sus caminos blancos en moto de nieve, visitas a las islas Vestmann y sus parques naturales, esquí sobre glaciares, visitas a caballo, rutas por los lugares de rodaje de Juego de Tronos e incluso una escapada a Groenlandia (para esto sí se necesitan más días)… y muchísimas más.
¿En qué época planeo mi viaje a Islandia?
Nosotros viajamos en junio, pero cada época tiene sus encantos. Como ya sabéis, Islandia es un país donde, si viajas en invierno, puedes maravillarte con las auroras boreales. Sin embargo, en verano el clima es un pelín más suave y se puede apreciar el increíble sol de medianoche (aunque esto vuelve loco a más de un turista).
Mientras que en invierno vas a observar nieve y hielo cubriendo la mayor parte del territorio y cascadas heladas total o parcialmente, en verano los ojos se llenan de verdes y marrones, y también de nieve en las zonas de glaciares o en los lagos helados. Sobre todo hay que tener en cuenta el equipo del que se dispone, ya que en invierno hace muuuuucho frío. Nosotros en junio nos movíamos en torno a los 10-15 grados, con un vientaco que bajaba la sensación térmica unos cuantos grados (Islandia es el tercer país más ventoso del mundo).
Nuestro itinerario en nuestro viaje a Islandia
Como ya he señalado, nosotros no recorrimos la isla entera por falta de tiempo, así que nos centramos en Reikiavik (el lugar más accesible para volar), la península de Snaefellsnes, el Círculo Dorado y el sur de Islandia, con una escapada al norte, concretamente a Akureyri y Husavik, para poder avistar ballenas en el Ártico. Aquí están los lugares que visitamos (cada color es un día de viaje y podéis ampliar el mapa todo lo que queráis). Suelo emplear esta herramienta (MyMaps de Google) tanto para ayudarme a organizar un viaje como para ordenar mis notas cuando ya he vuelto, y en esta ocasión me ha sido bastante útil para recordar todo lo que visitamos:
Día 1 (en azul): Reikiavik (llegada a Islandia, recogida de coche de alquiler, llegada al primer alojamiento y paseo por su capital).
Día 2 (en naranja): Borgarfjordur, playa Ytri Tunga (una playa llena de focas), cañón Raudfeldar, cráter Saxholl, Kirkjufellsfossi.
Día 3 (en morado): Parque Nacional de Thingvellir y falla de Almannagja, cascada Oxararfoss, géiser Geysir, cascada Gullfoss, nuestras primeras fumarolas y cráter Kerid.
Día 4 (en amarillo): Cascada Seljalandsfoss, cascada Skófagoss, playa Reynisfjara y mirador con vistas a Reynisdrangar y relax en Blue Lagoon.
Día 5 (en verde): Rumbo al sur de la isla, Rútshellir cave (casitas-cueva), glaciar de Sólheimajökull, cabo de Dyrhólaey y playa de Vik, cascada Svartifoss y llegada a nuestro segundo alojamiento.
Día 6 (en granate): Playa de los diamantes y lago glaciar Jokulsarlon, cascada Godafoss y área geotermal de Namaskard. Llegada a Akureyri y a nuestro tercer alojamiento.
Día 7 (en rosa): Paseo por Husavik, excursión para avistar ballenas y larga vuelta a Reikiavik (casi 6 horas de viaje). Llegada a la capital y a nuestro cuarto y último alojamiento.
Día 8: Salida muy temprano a nuestro destino: Glasgow. De allí algunos iremos hacia Zaragoza y Jorge se quedará en Escocia.
Tanto lío de nombre no facilita hacerse una idea del viaje, pero en el próximo post explicaré un poco mejor los lugares que visitamos y pondré fotografías, que son las mejores aliadas para hablar de un viaje a Islandia.
¿Cómo me muevo por Islandia?
La opción más generalizada es alquilar un coche. Siendo un destino en el que la mayoría de sus atracciones turísticas están al aire libre y en ocasiones casi al borde de la carretera, alquilar un coche en Islandia aporta autonomía y libertad. También hay empresas que ofertan tours en las que se recorren varios puntos significativos de una misma zona o incluso autobuses que también hacen recorridos turísticos. No obstante, el coche siempre va a acabar siendo la mejor opción.
En algunos lugares llegué a leer que aconsejaban alquilar un 4×4 para poder acceder a todo tipo de caminos, pero lo cierto es que siempre va a depender del tipo de turismo que uno lleve en mente y personalmente creo que no es algo necesario si no vas a moverte de la carretera principal (hay carreteras sin asfaltar fuera de esta). Algo que puede ser una buena opción (mirando diferentes presupuestos) es alquilar una ansiada caravana, porque permite ahorrar el alojamiento y dormir en lugares más idílicos, pero tampoco son nada baratas. También vi carteles que prohibían el paso a caravanas en algunos caminos complicados. De todas formas, todo es cuestión de mirar comparadores de alquiler de vehículos y de tener muy claro con qué presupuesto se puede contar. Nosotros alquilamos un coche estándar y amplio (éramos 5) y no tuvimos ningún problema.
Por cierto, también se habla de Islandia como uno de los países más seguros para hacer autostop (nosotros vimos a bastantes autoestopistas). Y hay otros transportes como los vuelos internos, el ferry y la bicicleta.
Conducir en Islandia
¿Cómo es conducir en esta isla? Yo no puedo contarlo de primera mano, ya que era la única del grupo que no tenía el carné, pero he de decir que me fijé que por las carreteras había varios carteles de advertencia con el número de víctimas que había habido el año pasado (en uno de ellos había un coche atravesado en el cartel, y eso se me quedó). Islandia está llena de carreteras de doble sentido en las que debes continuar recto durante cientos de kilómetros, y esto siempre puede suponer un riesgo añadido, puesto que la monotonía al conducir puede motivar despistes desafortunados. Además, si se viaja en invierno hay que estar muy pendiente del hielo en la carretera.
Por lo demás, Islandia no tiene pérdida porque tiene una única carretera principal de la que apenas tienes que desviarte a no ser que quieras ir a algunas aguas termales. El GPS no hace mucha falta. Durante todo el año hay que tener mucho cuidado con las condiciones climáticas, puesto que el paisaje cambia constantemente y no es raro pasar del cielo azul y soleado a una niebla espesa que asusta un poco.
También hay que tener precaución con el paso de animales, que es frecuente, y depende de la época en la que uno viaje tener en cuenta que habrá carreteras cerradas por las circunstancias climatológicas adversas.
Otros consejos a tener en cuenta para un viaje a Islandia
- La moneda en curso en Islandia es la corona islandesa (ISK). Yo cambié algo de dinero en España aunque había leído que en Islandia todo, absolutamente todo, se puede pagar con tarjeta y así es pero para eso se necesita una tarjeta que funcione. Tres de nosotros teníamos una tarjeta del Banco Ibercaja que se supone funcionaba en todo el mundo y no pudimos pagar ni una sola vez. Así que, si podéis, pasad antes por vuestro banco para aseguraros de que luego no os la van a liar durante el viaje.
- Ahora mismo, 1€ = 137 ISK.
- ¡El dinero! Islandia es el país más caro en el que he estado en toda mi vida. Y de esto ya me habían avisado, pero hasta que no estuve allí no lo “sufrí”. Sentarnos en Reikiavik y tomarnos una cerveza podía costarnos entre 9 y 14€ por persona (sí, una cerveza) y contemplé cartas de bares donde lo más barato era una sopa por 40€.
- En este sentido, los supermercados y gasolineras fueron nuestros mejores amigos. El supermercado Bónus, con el símbolo del cerdito, salva de muchos apuros, y si no siempre se puede acudir a una gasolinera, que cierran más tarde (algunas sirven comidas calientes pero no las probamos, comprábamos comida allí y la cocinábamos en el alojamiento). Y si tu maleta te permite traer comida envasada de casa, mucho mejor.
- Echa un vistazo a las excursiones antes de estar allí, porque hay muchas y escoger es difícil.
- Si vas a hacer trayectos largos, ten bien mapeadas las gasolineras. ¡No hay muchas!
- Lleva ropa de abrigo aunque viajes en verano. En manga corta es muy difícil que vayas a ir…
- Prueba el brennivin, un licor típico islandés, aunque no esté muy bueno (hay botellitas pequeñas que se pueden traer de recuerdo).
- Investiga sobre lo típico del país y decide qué te encaja más, sin presiones. Por ejemplo, es típico comer una tapita de carne de tiburón que, efectivamente, sabe a amoniaco. También es típico comer langosta o pescado seco que venden en supermercados en bolsas de plástico.
- ¡Come sopas! Hay muchísimas, están ricas y atemperan el cuerpecito después de una ráfaga fuerte de viento.
- El agua del grifo es totalmente bebible.
- No se necesita visado para viajar al país si eres ciudadano de la Unión Europea.
- Tampoco necesitas preocuparte por los enchufes, pues son los mismos que en España.
Y, por lo demás… Sólo queda disfrutar de este país si se tiene la suerte de viajar allí, y abrir bien los ojos a los espectáculos naturales que uno se puede encontrar.